Ya estés creando a una nueva empresa, buscando un cambio para tu antigua oficina o, sencillamente, estudiando qué medidas pueden favorecer el rendimiento y calidad de tu espacio de trabajo, plantearse cuál de los tipos de oficinas se adapta mejor a cada organización es fundamental.
La apertura, diseño y distribución de un espacio de trabajo influye directamente a las personas a la hora de desarrollar su jornada laboral. Por eso, escoger un tipo de oficina u otro en función a cómo se adapten al tipo de trabajo y objetivos de la empresa es una decisión muy importante para ver mejoras en la productividad.
Tipos de oficinas: Diseños posibles y cuál elegir según cómo trabaja cada empresa
Ahora que ya sabes la importancia de escoger una modalidad de oficina pensada y adaptada a las necesidades de cada empresa, no dejes de leer porque te acercamos a los diseños más actuales para que decidas cuál te aporta mayores posibilidades.
Oficina abierta VS oficina cerrada
Lo primero que hay que plantearse para escoger un tipo de oficina es si se quiere que esta sea abierta o cerrada.
La tendencia actual apuesta claramente por los modelos de oficina abierta. En este caso, no existen tabiques entre puestos de trabajo, de forma que hay un gran espacio abierto donde los espacios se dividen gracias al mobiliario, que separa departamentos o equipos de trabajo.
Este tipo de oficina suele destacar por su luminosidad y fomento de la comunicación entre trabajadores, resultando el tipo ideal para empresas creativas. Para darles forma, hay que estudiar en detalle el organigrama de la empresa y cómo distribuirlo en base al mobiliario de oficina, así como la instalación de elementos que favorezcan una buena acústica.
Por otro lado, encontramos las oficinas cerradas, más clásicas y divididas por pasillos, habitaciones o tabiques. Aunque es un modelo en regresión, hay ciertos tipos de actividades en las que son ideales, sobre todo aquellas que requieran intimidad y privacidad, como un bufete de abogados, por ejemplo. En este caso habrá que prestar especial atención a instalar un buen sistema de iluminación.
Oficina mixta: el punto intermedio
Si no sabes si elegir una oficina abierta o cerrada ya que buscas espacios amplios y dinámicos pero también poder tener privacidad para ciertas actividades, la elección del tipo de oficina ideal está en las mixtas.
En estos diseños, encontramos el espacio abierto para el trabajo diario de la mayor parte de la plantilla, así como otros espacios cerrados para salas de reuniones, llamadas con clientes y comunicaciones personales.
En estos casos, la clave está en encontrar la forma de distribuir la oficina que mejor aproveche el espacio para integrar ambos tipos de diseños.
Oficinas pequeñas
Dejando a un lado el grado de apertura de la oficina, muchas veces hay que aprender a sacar partido de pequeños espacios, como les ocurre a infinidad de PYMES cuyo punto de partida es una oficina pequeña.
En este caso, pocas decisiones en torno a distribuir áreas de trabajo se pueden tomar, y será mejor enfocarse en cómo sacar el máximo provecho del mínimo espacio.
Para ello, es importante tener como horizonte la multifuncionalidad. Tanto en espacios que puedan utilizarse para diversos fines, como para hacerse con el mobiliario que tenga más posibilidades: mesas desplegables, con cajones; estanterías altas modulares, tabiques móviles…
Por otro lado, si por las circunstancias de tu empresa sólo puedes acceder a una oficina pequeña, lo ideal será buscar edificios o incubadoras donde haya más proyectos con los que poder establecer sinergias y colaboraciones.
Oficina en casa: entorno virtual y teletrabajo
En un momento en que el teletrabajo está en su punto más álgido, no podíamos dejar de incluir el último tipo de oficina que ha pasado a formar parte de nuestra lista: la oficina virtual.
En muchos casos, supone una opción temporal para muchas empresas que están en un momento de cambio o incipiente y, aunque no lo parezca, también se puede hacer que un entorno virtual y de teletrabajo se adapte a un sector o actividad.
Para ello, cada empleado tendrá que intentar encontrar un espacio en casa que le aporte los beneficios para una calidad laboral óptima, como escasas distracciones, silencio, bien iluminado y distinto a los utilizados para el resto de actividades domésticas.
Por otro lado, escoger espacios de trabajo virtuales intuitivos y que propicien la comunicación entre los miembros del equipo será el otro pilar para una oficina virtual de primera.
Oficina social
Las oficinas sociales son, en su mayoría, oficinas abiertas que añaden a los espacios de trabajo espacios de ocio y socialización para que sus empleados identifiquen el lugar de trabajo como un sitio donde poder llevar a cabo más esferas de la vida.
Este tipo de oficina es muy útil para los sectores IT, donde las jornadas laborales son largas y exigen máxima concentración, por lo que elementos que faciliten relajarse alejados de la pantalla ayudan a la productividad.
Coworking compartido
Al igual que en el caso de las oficinas pequeñas, muchos autónomos o pequeñas empresas se ven llevadas a trabajar en un coworking o espacio laboral compartido. Si bien esto puede no ser el horizonte deseado por muchos, también tiene ventajas muy atractivas para negocios que están empezando.
La clave del diseño de un coworking es que permita que cada trabajador o equipo pueda concentrarse en su actividad sin distracciones, pero a su vez integrando espacios de relación entre proyectos que permitan establecer colaboraciones y conocer nuevos clientes.
Además, en este caso los gastos son menores que con una oficina propia, pues muchos recursos digitales, tecnológicos, materiales e incluso humanos se comparten.
Con estos datos y un análisis de las posibilidades y necesidades de tu empresa, seguro que puedes sacar la información básica para orientar la decisión sobre qué tipo de oficina va más con tu organización, y cómo distribuirla para mejorar la productividad y calidad del trabajo.
